miércoles, 27 de julio de 2011

UNA MIRADA A LA TRANSCOMPLEJIDAD

UNA MIRADA A LA TRANSCOMPLEJIDAD


Seminario: Organizaciones Transcomplejas
Facilitadora: Dra. Elys Briceño
Junio, 2011
“Dios no juega a los dados...”
  Albert  Einstein

“Dios es un jugador impertinente… el universo es como un gran casino, en el que los dados son lanzados a cada instantes y las ruletas giran sin cesar…”
Stephen Hawking

            Inicio esta disertación contraponiendo frases de dos teóricos que han contribuido con sus estudios de manera determinante a la construcción de lo que hoy se conoce como la teoría de la complejidad, pensamiento complejo y transcomplejidad pues considero que hacer una revisión exhaustiva de los caminos que se han recorrido a nivel del conocimiento humano para alcanzar este punto, representa el fundamento para la comprensión del tema.
            La transcomplejidad se alimenta de aportes teóricos legados a través de la historia, estos se encuentran en las ciencias clásicas como la física cuántica, la biología, las matemáticas y en otras como la filosofía y la sicología. Sólo por nombrar algunos podemos referirnos al principio de la incertidumbre de Heisenberg,  la teoría de la relatividad de Albert Einstein, el teorema de la imcompletitud de Gödel, el concepto de complementariedad de Bohr y la teoría del caos de Pregonine.             
La transcomplejidad es la suma de dos vertientes del pensamiento moderno l: la transdisciplinariedad y la complejidad. La transdisciplinariedad implica la ruptura de las fronteras entre las disciplinas lo que por años ha representado una limitante para el avance en lo que se considera la comprensión de la acción humana sobre sí mismo, su entorno y el de las organizaciones. Esto nos obliga a revisar con detalle los conceptos de disciplina, multidisciplina, interdisciplina y transdiciplina.
En palabras de Morin (1921) una disciplina no es más que una categoría que tiene sólo una función dentro del seno del conocimiento científico (esto forma parte el conocido determinismo de las ciencias); en este sentido, la disciplina es determinante en su demarcación, alcances y especialización llegando a alcanzar autonomía en las teorías y técnicas que utiliza en sus investigaciones.
Sin embargo esta visión reduccionista cae cuando nos enfrentamos a la realidad puesto que ninguna disciplina por muy especializada y moderna que parezca en su metodología y alcances puede desde su interior conocer ni vislumbrar todos los problemas referentes a su propia naturaleza. Así lo demuestra la historia de las disciplinas a nivel mundial puesto que ponemos la mirada en las grandes universidades del mundo encontramos el siguiente panorama: las primeras universidades europeas entre las que se pueden nombrar la universidad de Salerno (s. IX), la de Bologna (1089), Oxford (1096) y Cambridge (1208) presentaban Facultades en las que se trataba la totalidad del conocimiento; a saber las Facultades de Medicina, Teología, Filosofía y Derecho. Sin embargo con el paso del tiempo estas disciplinas se multiplicaron tanto que fueron apareciendo otras disciplinas y subdisciplinas al punto que en 1950 la prestigiosa Universidad de Illinois registraba 1.100 disciplinas en sus ambientes de aprendizaje.
Esta realidad histórica proveniente de los cambios sociales y transformaciones organizacionales obliga a replantear o más bien dirigir la mirada hacia un nuevo horizonte. Aparece entonces el concepto de la multidisciplinariedad que propone la mezcla de varias disciplinas en una relación multidisciplinar en las que todas cooperan con el objetivo último propuesto pero  se cuidan de conservar su metodología evitando el posible desarrollo de las mismas. Como puede observarse, sigue presente aquí la visión reduccionista del abordaje de las acciones humanas.
La creciente necesidad de integrar esfuerzos y minimizar la fragmentación del saber humano hace que desde el pensamiento organizacional moderno se proponga el concepto de la interdisciplinariedad que permite la transferencia de métodos de una disciplina a otra. La interdisciplinariedad entonces, permite básicamente establecer una relación sistemática entre varias disciplinas las cuales desde un objetivo determinado asumen un marco conceptual que les lleva a abordar el todo de un fenómeno adoptando procedimientos metodológicos comunes.
Ahora bien, la manera vertiginosa como se suceden los cambios en la dinámica del mundo moderno nos hace pensar en que vivimos en sociedades cada día más complejas en las que las acciones, actividades y organizaciones humanas se hacen cada vez más plurales e imprevisibles por lo que se requiere un pensamiento relacional que aborde la complejidad desde la complejidad: un pensamiento complejo que ayude al sujeto a comprender mejor la dinámica relacional de sí mismo y de su entorno.
La teoría de la complejidad ofrece entonces la posibilidad de ir más allá de la disciplinariedad, multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y nos acerca a lo que llamamos la transdisciplinariedad. La transdisciplinariedad es un sistema complejo en el que el problema o fenómeno es considerado como un todo, ofreciendo un crecimiento del saber y haciendo posible la confrontación de los conflictos sin dejar de considerar  la complejidad de nuestro mundo y desafiando a la vez la autodestrucción material y espiritual que actualmente está amenazando la permanencia de nuestra especie en este vasto universo.
            Todo lo disertado hasta este momento es el fundamento de la transcomplejidad, aquello que va o quiere ir más allá de lo complejo, En conclusión digamos que el fin último de la transcomplejidad es la producción del conocimiento a partir de la comprensión dialógica y dialéctica de las acciones del hombre partiendo de la innovación, la integración y la transformación.
“Hay un camino por recorrer, sólo aprestémonos a andar.”

REFERENCIAS

Guerrero F. (2010). Teorías de la complejidad: un paradigma para el estudio de las organizaciones. Universidad Central de Venezuela, Caracas.
Morin E. (1997). La necesidad de un pensamiento complejo. En González Moena, S. (Comp.). Pensamiento complejo. En torno a Edgar Morín, América Latina y los procesos educativos. Santa Fé de Bogotá: Magisterio.
Morin, E (2001): Introducción al Pensamiento Complejo. Barcelona-España: Editorial Gedisa.
 Mújica, M (2002): El Discurso epistemológico implicado en las Teorías Administrativas a partir de la década de los años sesenta, en el contexto de la Sociedad InformacionalTesis Doctoral, Doctorado en Ciencias Administrativas. Decanato de Postgrado Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Caracas, Venezuela.
Peñalver, L (2003). Transdisciplina y Pensamiento Complejo en Educación Básica. Venezuela: UPEL
Villegas C. (2009). La gerencia en el contexto de la transdisciplinariedad. Universidad Yacambú. Barquisimeto, Venezuela.

2 comentarios:

  1. saludos Profesora Elys Briceño, una publicación interesante, me aclara el significado de la transcomplejidad una postura desde su realidad, al comparar con otros autores coinciden es que es una nueva manera de ver el mundo en diferentes niveles

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  2. Interesante su artículo. El presente está inserto dentro de este paradigma. Recurro a él para hallar soluciones o vías por recorrer. Muchas gracias.

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